¿Qué es el genoma? Todo. Así de sencillo. Nos dice cómo nos veremos, pero también cómo actuaremos. El genoma es tanto en tan poco. En una pequeña molécula imperceptible a nuestros ojos, nos da más información de la que seríamos capaces de almacenar en nuestras computadoras. Es pequeño, complejo, increíble.
A poco más de diez años de la primera secuenciación del genoma, ha habido grandes avances. Pero, a pesar de todo, eso representa poco. Muy poco. Si nos preguntamos qué es el genoma, la respuesta parece sencilla. Información. Sí, pero no es sólo eso. Esa información es más compleja que aquella que controla enormes máquinas y utiliza un espacio mucho menor.
El genoma es un instructivo. Quizá el más largo que jamás hayamos visto. Es pequeño, diminuto, impreceptible. Pero lo que hace es macroscópico, complejo, impresionante. Podemos explicar qué es, cómo creemos que es y funciona, sin embargo, jamás lograremos hacerlo en su totalidad. Muchos le temen por el enorme poder que nos confiere. Otros tantos no pueden más que asombrarse ante esta maravilla.
Tal vez pronto descubramos qué es todo eso que hace que funcionemos como lo hacemos. Tal vez no. Probablemente no. Entre más cosas encontramos, nos damos cuenta que hay aún más que no sabíamos. Y qué tan equivocados estamos. Pronto tendremos más respuestas. Sólo nos queda esperar.
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