Nueva solución a la infertilidad

Hace tiempo, hablé sobre el mito del cordón umbilical, hoy lo hablaré sobre otro mito...

En algún momento, en sus clases de primaria o secundaria supongo que habrán leído o les han dicho que las mujeres nacemos con la cantidad de óvulos que tendremos por el resto de nuestras vidas, y que no es como en los hombres que continúan produciendo espermas hasta cierta edad. Déjenme decirles que, así como nos engañaron muchos años diciendo que Plutón eran un planeta (recuerdo cómo casi lloro cuando me cambiaron esa cancioncita de los planetas que me enseñaron en kinder), nos han engañado con esto.

Está bien, está bien, no nos engañaron, la verdad es, que así como hay millones de cosas que aún creemos ciertas y probablemente mañana sabremos que es mentira (algo así como cuando pensaban que la Tierra era cuadrada y que al llegar al final caeríamos y moriríamos, creencia que hoy nos parece súper chistosa y hasta absurda), las autoridades científicas internacionales, tampoco lo sabían. Así es, ¡hasta el mes pasado no lo sabían! Pero entonces, llegó un equipo de científicos chinos que cuestionaron el orden de las cosas y ¡sorpresa! Nos quitaron un poquito lo ignorantes.

Hace ocho años, comenzaron a cuestionar esta idea, que lograron afirmar hace unas semanas. Los resultados no sólo les dieron la razón, sino que encontraron una forma de "hacer" óvulos...

Las células somáticas, son células no específicas, osea que aún no tienen un trabajo asignado dentro del cuerpo. Este grupo de científicos, logró encontrar el "botón", digamos, de las células que las convertirán en óvulos. Gracias a esto, uno de los problemas de infertilidad debido a la edad avanzada de las mujeres, ya no lo será.

Por si no fuera poco, encontraron la manera de congelar los óvulos para poder utilizarlos después, así que ya no sólo habrá bancos de esperma y de sangre, sino también de óvulos.

Lo que a mi me sorprende, es saber que entre más investigamos, más nos damos cuenta de que sabemos realmente poco. Lo que ayer creíamos cierto, hoy sabemos que no lo es... Y así e con todo. A ver qué mito rompemos mañana...